Cuidados paliativos en casa: hospitalización humana y compasiva
Humanidad, cercanía y tranquilidad son cosas que los hospitales difícilmente ofrecen, por tal motivo, un mayor número de familias optan por la hospitalización en casa para sus pacientes paliativos, una alternativa que no solo reduce los costos, sino también garantiza un cuidado humano especializado.
El paciente, ¿Persona o diagnóstico?
Los hospitales son lugares de tránsito, con caminatas apresuradas y luces que nunca descansan. En este entorno, el paciente se convierte en un expediente más, sujeto a una rutina que carece del acompañamiento que requiere.
Por otra parte, la atención médica domiciliaria responde a esta realidad, la cual, no significa renunciar a la atención profesional, sino llevarla al lugar donde el paciente se siente querido y seguro.
Cuidados compasivos que aportan tranquilidad
En casa, la medicina adquiere un significado distinto, ya que no solo consiste en ejecutar procedimientos, sino se trata de acompañar con compasión, así, la asistencia paliativa domiciliaria visita al paciente para supervisar la medicación, aliviar o evitar el dolor y enseñar a las familias a cuidar de quienes les importan.
La hospitalización domiciliaria devuelve la humanidad a los cuidados ya que, sin el ajetreo de los hospitales, ni la impersonalidad de una habitación compartida, cada gesto es importante: desde escuchar la respiración, tomar de la mano o compartir los silencios.
Alivio para quienes cuidan
Los cuidadores ya no son solo observadores, sino que son parte activa del proceso ya que aprenden, se comprometen y pueden estar presentes en todo momento, sin horarios o visitas limitadas. Así, esta cercanía alivia los miedos, fortalece los lazos y hace más sencillo el proceso de despedida.
Mayor calidad, menores costos
Hablar de salud también es hablar de finanzas. Internar a un paciente es costoso: estancia, equipos, insumos y personal disponible las 24 horas del día, muchos de estos recursos son innecesarios cuando los pacientes reciben cuidados en casa bajo supervisión médica que se acople a sus necesidades en un entorno que conocen.
Este tipo de atención no solo humaniza el proceso, también reduce costos innecesarios, evita largas estancias en un hospital, traslados urgentes o complicaciones como las infecciones nosocomiales.
Morir en casa: la oportunidad de partir en calma, en el mismo lugar en el que aprendió a vivir
En última instancia, este tipo de asistencia ofrece dignidad y permite al paciente pasar sus últimos días en su entorno familiar, rodeado de cariño y sin el ruido constante de las máquinas hospitalarias.
En esencia la hospitalización domiciliaria, enfocada en cuidados paliativos, prioriza la calidad de vida, lo cual significa aceptar que la medicina no siempre debe esforzarse en prolongar la vida, sino en acompañar y aliviar como acto compasivo y humano, con el objetivo de dar a alguien la oportunidad de partir en calma, en el mismo lugar en el que aprendió a vivir.
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