¿Qué son las úlceras por presión?

Las úlceras por presión (UPP) también conocida como úlceras de decúbito son lesiones en la piel y tejidos subyacentes causados por la presión constante en ciertas zonas de la piel.

Estas son producidas por el resultado de la fuerza en los tejidos blandos que son sometidos a una presión externa con el paso del tiempo. Esto puede ocurrir cuando una persona está en una sola posición, bien sea estar en cama o en una silla por un tiempo prolongado.

El resultado puede variar desde enrojecimiento en la superficie de la piel hasta daños graves en los tejidos. Este tipo de heridas suelen formarse zonas esqueléticas del cuerpo, aunque también se producen en lugares donde el equipo médico realiza presión en la piel.

Si bien, gran parte de este tipo de lesiones se producen cuando se ejerce cierta presión en la piel, hay algunos otros factores de riesgo para tener UPP.

Algunos factores como la falta de movilidad, el envejecimiento, la diabetes y la desnutrición son una de las principales causas por las que se producen.

Las lesiones por presión pueden pasar por cuatro etapas:

En el período más temprano, en la etapa 1, la piel no tiene cortes ni desgarro. La superficie se enrojece y en algunas ocasiones produce dolor. Se nota un cambio significativo en la piel, ya que la zona afectada cambia su textura a ser más rígida o más blanda que la zona aledaña.

En la etapa 2, la piel se reseca hasta quebrarse o desgarrarse, dando así el paso a la úlcera. Esta zona es más sensible y dolorosa que el resto de la piel. En ocasiones aparece una ampolla llena de líquido transparente, en esta etapa es crucial el cuidado y valoración de la herida, pues bien puede darse una recuperación temprana o dañar más la úlcera. 

En la etapa 3, la lesión empeora y se extiende a uno de los tejidos más profundos de la piel, formando un pequeño cráter. Sin embargo, no puede verse músculos, tendones ni huesos.

La etapa 4 por su parte, la herida es más profunda, alcanza los músculos, huesos y puede causar daño significativo en tendones y articulaciones.

Sin embargo, en las etapas 3 y 4 el paciente podría sentir nulo, o demasiado dolor, esto se debe a la gravedad del daño en los tejidos.  Pueden ocurrir complicaciones graves, como una infección del hueso (osteomielitis) o de la sangre (septicemia), si avanzan las lesiones por presión.

Existen varios tratamientos para el cuidado de las lesiones por presión. Pero todos tienen algo en común, y es reducir el daño y la condición del paciente. Algunas sugerencias que pueden ayudar a que sane una lesión por presión son:

  • Eliminar la presión de la zona: Esto se hará cambiando al paciente de posiciones con una frecuencia alta, ayudándose con colchones especiales o almohadillas.
  • Mantener la herida limpia y cubierta con apósitos o vendajes especiales. Recuerda, no debes automedicarte, sigue las recomendaciones que el profesional de la salud que atiende tu caso.
  • No tomes como fuente confiable los remedios caseros, esto puede empeorar la úlcera o posiblemente no la deje sanar.

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